Virginia Soto Sira

Virginia SotoCorría el mes de julio de 1984. Lo recuerdo porque la conocí el verano en el que cursamos la asignatura de Criminología. Lo recuerdo porque yo vivía un momento difícil y ella apareció con esa capacidad que tiene para hacerte sentir que todo va a estar bien.  No se si aprendimos algo de aquella materia, lo que si se es que yo gané una hermana para toda la vida. En el caso de Virginia además, eso de hermana es literal; mi hijo y mis sobrinos la tratan de Tía Vi, y vivió en casa de una de mis hermanas cuando se mudó a Caracas. Mis hermanos son los suyos y sus viejos fueron los míos también. Seguir leyendo