Cuando las cosas van mal

si las cosas van malEl locus de control interno es una de las características que siempre tratamos de reforzar los psicólogos, de manera que la gente gane control sobre las situaciones y además asuma la responsabilidad por sus actos. Sin embargo, esta característica puede asociarse con depresión, como bien lo explica Esqueda en su libro Depresión y control personal.

Así pues hay situaciones en la vida cuyos resultados pueden ser irreversibles y/o no depender de nosotros. En esos casos si insistimos invertir nuestras energías en controlar la situación es probable que estemos comprando entradas para deprimirnos. Lo que si, de manera definitiva, depende de nosotros es cómo manejar esas situaciones. Justamente allí entran en juego las estrategias que nos permiten tanto manejar las emociones. como reencuadrar la situación.

Una de esas estrategias es la contextualización, que se refiere a intentar encuadrar la situación en su propio contexto. Quizás lo vemos como el final del mundo y probablemente no lo es.  En estos casos intente valorar las cosas buenas de las que dispone, las que ha tenido y las que vendrán. Evalúe las fortalezas y recursos, tanto humanos como materiales, de las que puede echar mano en esta situación. Haga el ejercicio de imaginarse como serían las cosas si empeoraran, y como son para otras personas en esta situación. Eso puede ayudarlo a ver las cosas en su justa dimensión.

No podemos evitar que las cosas malas nos golpeen de vez en cuando. Muchas veces se trata de asumir el duelo por algo que perdimos, algo que disfrutamos por algún tiempo. No siempre podemos estar preparado para ellos, pero luego de lidiar con la tristeza natural que acompaña el duelo emergen los recuerdos de las cosas buenas que nos dejó, de lo aprendido, lo que llevamos con nosotros y que nada nos puede quitar.

Ese periodo de tristeza lo podemos afrontar con otras estrategias de las que hablaremos en la próxima entrada.

Deja un comentario