Síndrome de Ulises, diagnóstico diferencial

Resultado de imagen de síndrome de ulisesUn aspecto a considerar es la diferenciación entre el Síndrome de Ulises, tal y como ha sido descrito por Achotegui y otras psicopatologías con las que puede compartir algunos síntomas. Cabe destacar que en el artículo el autor se refiere al DMS-IV-TR, sin embargo al revisar el DSM-V sólo conseguimos una mención a la migración dentro de la sección referida a «Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica», donde encontramos la Dificultad de aculturación [V62.4 (Z60.3)] categoría se debe utilizar cuando una dificultad de adaptación a una cultura nueva (p. ej., relacionada con la emigración) es el objeto de la atención clínica o tiene algún impacto sobre el tratamiento o el pronóstico del individuo. 

En este sentido puede decirse entonces que las consideraciones de Achotegui permanecen siendo válidas.

Según Achotegui, a nivel del diagnóstico diferencial el Síndrome de Ulises es diferente del Trastorno por Estrés Agudo pues el primero es crónico. Tampoco se trata de un cuadro de duelo porque no tiene que ver con elaboración de la muerte de un ser querido. No se trata tampoco de un trastorno depresivo (dada la ausencia de apatía, ideas de muerte, culpa, baja autoestima), ni de una psicosis.

El autor refiere que esta es el área de la salud mental más amplia que el área de la psiquiatría y de la psicopatología.

Diagnóstico diferencial con los trastornos depresivos

En el síndrome de Ulises, se observa principalmente la tristeza y el llanto, faltando el resto de la sintomatología que caracterizan los trastornos depresivos como la apatía. Fenomenológicamente, se observa la tristeza de un duelo extremo, de un pesar intenso, que no la tristeza del depresivo en el sentido clínico.

Los inmigrantes quieren hacer cosas, están deseosos de luchar pero no encuentran el camino ( y no por que deformen la realidad), no son frecuentes los pensamientos relacionados con la muerte y mantienen su autoestima.

Diferenciación con los trastornos adaptativos

En relación a los estresores, el DSM-IV-TR indica que los Trastornos adaptativos se caracterizan por “un malestar superior al esperable dada la naturaleza del estresor identificable”. En el caso de los inmigrantes no hay un solo estresor sino muchos, que se caracterizan por tener una gran intensidad.

En opinión del autur, diagnosticar el Síndrome de Ulises como trastorno adaptativo es psiquiatrizar, ya que se considera que el sujeto está fallando ante el estresor, cosa que no es cierta, ya que supera la situación supera su capacidad de adaptación pues viven situaciones extremas de supervivencia.

Otra diferencia, apunta el autor, sería que mientras en el Trastorno adaptativo se da “un deterioro significativo de la actividad social o laboral” en el Síndrome de Ulises el sujeto mantiene su actividad. De todos modos, lo que si es cierto es que existe
un continuum entre el Trastorno Adaptativo y el Síndrome de Ulises, pues hay un punto en el que los problemas básicos de adaptación se convierten en situaciones extremas. Dónde se halla este punto no es nada fácil de delimitar.

Diferenciación con el Trastorno por Estrés Post-traumático

El síndrome de Ulises tiene en algunos aspectos similitudes con el Trastorno por Estrés Post-traumático. Según el DSM-IV-TR  “la característica esencial de este trastorno es la aparición e síntomas característicos que sigue a la exposición de un acontecimiento estresante y extremadamente traumático y donde el individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra amenaza para su integridad física”. Cuando hemos hecho referencia al estresor miedo, terror, es evidente que en los pacientes con síndrome de Ulises este se da. Pero el DSM-IV-TR no añade todos los otros estresores, además de gran intensidad, que padecen los inmigrantes. Así están, por ejemplo, se encuentra la soledad, el sentimiento de fracaso, la lucha por la supervivencia que son factores esenciales en el Síndrome de Ulises. Otra diferencia radicaría en que en el Trastorno por estrés post-traunático hay apatía y baja autoestima. La parte común al Trastorno por estrés post traumático proviene de la respuesta al miedo.

Hasta aquí el trabajo de Achotegui sobre la respuesta psicológica de los inmigrantes y cómo configuran el denominado síndrome de Ulises.

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